El 24 de marzo de 1976
las Fuerzas Armadas atentaron contra el gobierno de turno con el propósito de
realizar una reorganización nacional. De esta manera se buscó romper todo tipo de organización
popular, callando voces, con la razón de que había que establecer un orden.
Como consecuencia de ello persiguieron y torturaron a miles de personas como
maestros, militantes, sindicalistas, trabajadores, estudiantes, entre otras; de
las cuales unas 30000 fueron desaparecidas, que hasta el día de hoy la mayoría
siguen siendo buscadas por sus familiares.
Las torturas se
llevaban a cabo en centros clandestinos como La Perla, La Ribera, El Olimpo, El
Banco, La Cancha, entre muchas otras. Allí recibían torturas físicas y
emocionales, aislamiento, malos tratos, escasos alimentos, poca agua, mínima
higiene.
Siempre hay que tener
vivo el recuerdo para que no vuelva a suceder un hecho similar a este y que el país
tenga que sufrir como lo hizo en aquella época.
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